¿Qué es el glaucoma?

El ojo es un globo lleno de líquido cuya presión interna está regulada dentro de un margen de normalidad. El glaucoma es una enfermedad ocular causada por un aumento de la presión intraocular. Este aumento, de manera sostenida, produce una degeneración del nervio óptico y puede conducir a la ceguera si no se detecta a tiempo y se trata.

En sus fases iniciales el glaucoma no produce síntomas y no puede diagnosticarse salvo por una revisión oftalmológica. En fases avanzadas, el paciente pierde el campo visual periférico y acaba viendo como por un «cañón de escopeta».

La causa es, en la mayoría de los casos, desconocida, por lo que se recomienda visitar al oftalmólogo de forma periódica, sobre todo a partir de los 40 años de edad —o antes, si se tienen antecedentes familiares de glaucoma— y medirse la presión al menos una vez al año.

Opciones de tratamiento del glaucoma

El tratamiento inicial suele ser con medicamentos tópicos, es decir, colirios que reducen la presión ocular. Se trata de medicación crónica, en general bien tolerada aunque puede haber algunos efectos secundarios.

En ciertos casos se puede aplicar tratamientos con láser (iridotomía, trabeculoplastia, ciclodiodo) para ayudar a reducir la presión. Finalmente, existen diversas opciones quirúrgicas que buscan aumentar el drenaje del líquido intraocular.